Un número cada vez mayor de hombres de edad avanzada reciben tratamiento con testosterona. En los últimos años, ha habido una creciente preocupación basada en los resultados científicos de que dicho tratamiento podría aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. En la actualidad se desean disipar estas preocupaciones, gracias a los resultados de un estudio estadounidense publicado en "Annals of Pharmacotherapy".
Investigadores del Centro Médico de la Universidad de Texas (University of Texas Medical Branch) en Galveston llevaron a cabo un estudio de ocho años con 25.420 participantes de más de 66 años de edad que recibieron tratamiento con testosterona. Durante el período del estudio, su evolución médica se comparó con la de un grupo control constituido por participantes de la misma edad y origen étnico y con los mismos datos sanitarios.
Los resultados mostraron que la testosterona no se relacionó con un mayor riesgo de infarto de miocardio. Muy al contrario: los hombres con una mayor probabilidad de padecer problemas cardiovasculares debido a otros factores presentaron una menor tasa de problemas cardíacos.
"Se trata de un riguroso análisis de un gran número de pacientes", subrayó el autor del estudio, Jacques Baillargeon. Sin embargo, se necesitan más estudios aleatorizados y a gran escala para proporcionar datos más definitivos en los próximos años.
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